viernes, 12 de abril de 2013

¡Cambiémos nuestra forma de ver la alimentación!

Durante los últimos años, con la incorporación de la mujer al trabajo y el aumento del coste de la vida entre otros factores, nos han llevado a renunciar a una dieta correcta y a relegar nuestra alimentación a un segundo plano de importancia. Ingerir alimentos = tener energía para trabajar y vivir. Eso es todo.


 Cosa que la indústria alimentaria bien ha sabido aprovechar para ofrecernos productos "fáciles" y "rápidos" para una alimentación "sana" aún y nuestro frenético ritmo de vida en el que no tenemos tiempo para cocinar.


Lo que no suele aparecer en los anuncios, es el alto contenido de azúcar por ejemplo que contienen los que podríamos percibir como alimentos sanos como nos muestra el vídeo de Buzz Feed. Ni tampoco la cantidad de conservantes y productos químicos que hacen que nuestra comida no se estropee.

Por suerte, esta tendencia está empezando a cambiar. Hoy, chefs de la talla de Quique Dacosta o Andoni Aduriz promueven el producto fresco y de proximidad, lo que sumado a las preocupantes cifras de aumento de la obesidad y las enfermedades cardiológicas en nuestro país, hacen que estemos experimentando una vuelta a los orígenes y un replanteamiento de nuestra alimentación.

De esto precisamente nos ha hablado esta semana el dueño y inspirador de la amplia gama de micro-vegetales de Koppert Cress, Rob Baan.

Según nos cuenta Baan, hay una mala interpretación de los datos que nos hace creer que hemos logrado aumentar nuestra esperanza de vida en 30 años, en los últimos 100. Pero no es así, en realidad, si quitamos las tasas de mortalidad infantil que sucedió en los alrededores de 1900 y comparamos la esperanza de vida en 1880 con la esperanza de vida en 2000, nos daremos cuenta de que tan sólo hemos aumentado la esperanza de vida en 0,9años. Es decir, menos de un año entero, a lo largo de 100 años. Y todo se debe a una mala alimentación.

No solo eso, sino que las causas de mortalidad han cambiado drásticamente. Lo que antes era la mayor causa de mortalidad, ser embestido por un caballo, ha dejado paso a la epidemia de nuestro siglo, el Cáncer.

Otro dato sorprendente, es el impacto de la alimentación en la afección del cáncer. Y no por lo mal que podamos comer, según nos explica el holandés, sino por lo que dejamos de comer. En realidad, tener una dieta sana consiste en comer verdura y hortaliza como nos han enseñado siempre nuestras abuelas.


Tomates, col, brócoli, cebollas, ajo, frutos rojos.. tan secillo como esto, es comer productos anti-oxidantes que ayudan a prevenir e incluso a parar el proceso de desarrollo del cáncer.


La charla de Rob Baan incluyó muchos más conceptos de cómo mejorar nuestra forma no solo de alimentarnos, sino también de cultivar nuestros productos. Pero eso ya os lo contaré en otro post.

La alimentación, es salud, es ahorro para el sistema en curar personas, y por esto y mucho más deberíamos intentar hacer como dice Rob Baan, y cuidar nuestros hábitos de vida y alimenticios tener una vida plena, y lo más importante, morir sanos y no enfermos como ocurre ahora.

¡Salud!

Annette

No hay comentarios:

Publicar un comentario